Río+20: La Primera Agenda Política Global Significativa del Siglo XXI.

Autor: Josep Xercavins i Valls
Profesor de la Universidad Politécnica de Catalunya. Presidente de la «asociación proyecto Gobernanza Democrática Mundial – apGDM»
Un pequeño paso para el mundo, un primer mensaje claro de un cierto cambio de rumbo hacia un desarrollo humano sostenible, un gran reto de futuro para las NNUU.
1. Sobre este texto
El primer borrador de este texto fue escrito bajo el síndrome de Estocolmo. Según Wikipedia, el síndrome de Estocolmo es una reacción psíquica en la que la víctima de un secuestro, o persona retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con quien la ha secuestrado.
Aunque en este caso fuera claramente por voluntad propia, de hecho no dejé de estar secuestrado durante 10 días (del 13 al 22 de junio de 2012) en los espacios -principalmente en el pabellón 3 de negociaciones- de «Riocenter «de Río de Janeiro, siguiendo las duras, intensas y muy interesantes negociaciones y procesos que han conducido al documento final de la Cumbre de las NNUU sobre el Desarrollo Sostenible 2012-Río +20. Documento aprobado, precisamente, el mediodía del 19 de junio, bajo un liderazgo claro del país anfitrión -Brasil-, un día antes de empezar la cumbre de alto nivel propiamente dicha para, precisamente, evitar otro fracaso como el de Copenhague.
Me atrevo a decir que este síndrome de Estocolmo no sólo me afecto a mí; también afecto a los negociadores de los Estados, a los miembros de las NNUU más involucrados (incluyendo al SG Ban Ki-Moon y sus contradictorias declaraciones durante los últimos días de la cumbre) , a los representantes de la sociedad civil en sus más diversas acepciones y variedades (también a los que pasaron estos días en la Cumbre de los Pueblos, a dos horas de tiempo real para cubrir la distancia física, y a muchísimas más horas para cubrir las distancias políticas -quizá a veces más formalmente supuestas que tan reales-).
Pues bien, consciente de que sufrí este síndrome, pero ahora ya claramente lejos de sus posibles efectos, el texto que presento a continuación es esencialmente el mismo borrador, reitera la mayoría de constataciones y valoraciones escritas en aquel momento y sigue basándose, casi exclusivamente, en el documento final de la cumbre, denominado “El futuro que queremos”, y que se puede encontrar en internet en:
http://www.uncsd2012.org/thefuturewewant.html
Es preciso y honesto constatar que la mayoría de textos que escribí durante el largo proceso preparatorio habían sido mayoritariamente pesimistas y críticos. Por un lado, como activista de la sociedad civil, era necesario presionar políticamente. Por otro lado, el proceso estuvo realmente a punto de dar lugar a otro Copenhague (lo cual, entre muchas otras cosas, hubiese hecho un daño muy importante a los sectores más progresistas de las NNUU). Sin embargo, como se deduce del propio título, después de seguir las negociaciones y vivir intensamente la conformación de un determinado consenso y analizarlo, ahora ya con una cierta perspectiva, creo sinceramente, y me reitero en ello (en mis primeras valoraciones políticas bajo el síndrome de Estocolmo), que el resultado final, el documento final resultante, fue y es bastante positivo.
2. Algunas cuestiones comparativas de contexto -nada menores
Hay dos perspectivas comparativas relativas que permiten justificar una determinada valoración, bastante positiva en este caso a mi modo de ver y tal como acabo de subrayar, de lo que ha sido y dado de sí Rio +20:
2.1. La comparación Río 1992 con Río 2012; ¡qué contextos tan diferentes!
Aunque en 1992 los resultados de Río fueron inicialmente muy criticados desde, también, casi todas las perspectivas, ahora que todo el mundo coincide en calificarlos como históricos y referenciales, no podemos olvidar que en aquellos momentos había acabado de caer el muro de Berlín, las NNUU empezaban a vivir lo que se ha llamado ya, por los académicos, su década de oro y, efectiva y realmente, visto desde la perspectiva de hoy, se abrieron numerosas posibilidades (las convenciones de Río), objetivos (la agenda 21), metodologías (los grupos principales), etc., que han marcado tantas y tantas políticas y acciones durante estos últimos 20 años. Ello fue así sobre todo durante los primeros años después de 1992, cuando aún no se era suficientemente consciente del gran daño que estaba haciendo al mundo la globalización económica neoliberal, y se vivía con cierta ilusión las oportunidades políticas que podía abrir, psicosociológicamente, un entonces ya próximo cambio de siglo!
Hoy, en pleno 2012, el mundo vive, muy probablemente, el período histórico de más y más importantes crisis globales (financiera, económica, alimentaria, energética, climática, etc.) que haya vivido nunca y, en consecuencia, el fin de una época y el comienzo de otra se ven a venir pero, aún, con la ausencia de los nuevos e imprescindibles paradigmas de cambio que deben desencadenar la transición. Es pues un contexto muy convulso, confuso y pesimista, que tal vez no se había vivido desde las primeras décadas del pasado siglo XX, el contexto de la cumbre Río +20.
Por lo tanto, no podíamos pedir en ese momento histórico ir mucho más allá de donde se ha podido llegar; aunque muchos (y yo también) así lo hubiéramos deseado y querido.
Y cuando digo muchos incluyo, entre ellos, al propio SG de las NNUU que en un artículo en el NYT del 23 de Mayo de 2012 decía textualmente (la traducción es mía y las cursivas destacan, siempre en este texto, que estoy citando; las negritas y/o subrayados son, en cambio, míos), para mi agradable sorpresa,:
[…] Lentamente, hemos empezado a asumir que hemos entrado en un nueva era. Algunos hablan, incluso, de una nueva época geológica, en la que la actividad humana esta alterando determinantemente las dinámicas de la Tierra.
El crecimiento económico global por cápita, combinado con una población mundial que pasa ya de los 7.000millones, ejercen una presión sin precedentes sobre los frágiles ecosistemas. Reconocemos que no podemos continuar quemando y consumiendo nuestras vías hacia la prosperidad.
Y una vez más, la ciudad de Rio ofrece una oportunidad generacional para apretar el botón de “reset”.
Si tengo que aconsejar como SG de las NNUU, […] diría, primero, que Rio+20 debería inspirar un nuevo pensamiento y una nueva agenda de acción. Claramente, el viejo modelo económico se viene abajo. En demasiados lugares, el crecimiento ha explotado. Los empleos están disminuyendo. Las diferencias entre ricos y pobres están creciendo, y sufrimos alarmantes escaseces de alimentos, petróleo y de recursos naturales de los cuales dependen nuestra civilización.[…]
En este sentido, además de compartir, por supuesto, estas duras palabras del SG de las NNUU, cuando afirmo que valoro positivamente el resultado de la cumbre, no estoy diciendo que, como el propio SG de las NNUU, yo también esperaba, quería y necesitaba mucho más.
2.2. ¡La comparación Copenhague (Cambio Climático) con Río +20 (Desarrollo Sostenible)!
Aunque la crisis climática es una (y quizá la más importante) de las crisis ambientales antropocéntricas que tenemos planteadas, en Copenhague (y luego en Cancún y en Durban) los objetivos a alcanzar eran (y siguen siendo) muy claros: mitigar e invertir radicalmente las tendencias absolutamente insostenibles de emisiones de CO2 a la atmósfera que no paran de crecer exponencialmente. En la medida que esto no se ha conseguido, ni mucho menos, la calificación de fracaso de Copenhague no se puede matizar y sigue siendo y moviéndose (también y quizás más aún desde Durban) en el peor de los escenarios de futuro. Cabe decir que este punto tan y tan negativo no ha sido abordado en Río +20 y que, desde mi punto de vista, este si que ha sido un muy grave error (quizás uno de los más importantes) de Río +20.
Pero la valoración global sobre si una estrategia hacia el Desarrollo Humano Sostenible, como la que contiene el documento final de Rio+20, sea la adecuada o no, es mucho más difícil de definir, de acordar, de valorar … de ahí las diferencias de lecturas que ha habido, hay y habrá sobre la valoración de los resultados de Río +20.
Ahora, a la luz de lo que, siempre desde mi punto de vista, hay de positivo (en este texto no entraré –prácticamente en nada- en los aspectos negativos que, obviamente, también los hay y muchos) en el documento final de Río +20 (y en el proceso que ha llevado a él), estaré valorando de hecho que no sólo no hemos fracasado (como desgraciadamente es tan habitual) sino que muy probablemente hayamos hecho, al fin, un avance significativo. Quizás el primero en este nuevo siglo XXI.
Sobre el documento final de Río +20: la estructura y los elementos claves positivos
(el índice de esta parte del texto es el del mismo documento final aprobado en Rio+20; cuando el texto esta en cursiva –insisto en ello- se están citando, textualmente, artículos del texto aprobado)
I. NUESTRA VISIÓN COMÚN
«Nuestra visión común» contiene un primer mensaje claro de un cierto, por fin, cambio de rumbo hacia un desarrollo humano sostenible; y lo digo así porque el documento, salvo deshonrosas excepciones, es una visión muy holística de los grandes problemas de la humanidad en la encrucijada actual y, ante esto, la opción global (no fragmentada o discrecionalmente dirigida hacia determinadas direcciones o contextos) es la del desarrollo humano sostenible (social, ambiental y económicamente hablando); importante e imprescindible y reflejado así tan claramente, quizás por primera vez, en un documento de NNUU. En Río 92 aún no se sabía muy bien de qué se hablaba cuando se hablaba de desarrollo sostenible y en Johannesburgo (Río +10) apenas nos habíamos dado cuenta de que la sostenibilidad tenía tres pilares que debían interrelacionarse (un avance, pero minúsculo y sin ningún convencimiento en aquel caso).
Veamos algunos artículos (siempre destacados en cursiva cuando son textuales) de esta primera parte del documento:
1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y los representantes de alto nivel, habiéndonos reunido en Río de Janeiro (Brasil) entre el 20 y el 22 de junio de 2012, renovamos nuestro compromiso en pro del desarrollo sostenible y de la promoción de un futuro económico, social y
ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras.
2. La erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo en la actualidad y una condición indispensable del desarrollo sostenible. A este respecto estamos empeñados en liberar con urgencia a la humanidad de la pobreza y el hambre.
3. Por consiguiente, reconocemos que es necesario incorporar aun más el desarrollo sostenible en todos los niveles, integrando sus aspectos económicos, sociales y ambientales y reconociendo los vínculos que existen entre ellos, con el fin de lograr el desarrollo sostenible en todas sus dimensiones.
4. Reconocemos que la erradicación de la pobreza, la modificación de las modalidades insostenibles y la promoción de modalidades sostenibles de producción y consumo, y la protección y ordenación de la base de recursos naturales del desarrollo económico y social son objetivos generales y requisitos indispensables del desarrollo sostenible.
[…]
II. RENOVANDO LOS COMPROMISOS POLÍTICOS
15. Reafirmamos todos los principios de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en particular, entre otros, el de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, enunciado en su principio 7.
La reafirmación explicitada y particularizada del «Principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas», uno de los caballos de batalla de todos estos meses de negociación, es un paso (porque se pretendía «suprimirlo» por parte de más de una delegación negociadora) que garantiza el camino y el objetivo de la equidad en la dirección del Desarrollo Humano Sostenible. Es el mundo industrializado, rico y poderoso el que ha llevado al planeta y a la humanidad a los grandes problemas actuales y, por lo tanto, es este mundo quien tiene la responsabilidad principal (política, tecnológica y financiera) en la contribución a cambiar las tendencias insostenibles e implementar las soluciones sostenibles a nivel mundial.
Pero es que además:
39. Reconocemos que el planeta Tierra y sus ecosistemas son nuestro hogar y que “Madre Tierra” es una expresión común en muchos países y regiones, y observamos que algunos países reconocen los derechos de la naturaleza en el contexto de la promoción del desarrollo sostenible. Estamos convencidos de que, para lograr un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras, es necesario promover la armonía con la naturaleza.
40. Pedimos que se adopten enfoques globales e integrados del desarrollo sostenible que lleven a la humanidad a vivir en armonía con la naturaleza y conduzcan a la adopción de medidas para restablecer el estado y la integridad del ecosistema de la Tierra.
es decir, no solamente renovamos compromisos sino que, efectivamente y tal y como ya hemos remarcado, marcamos un sensible cambio de rumbo, ¡como el que dibuja este artículo 40!
III. ECONOMÍA VERDE EN EL CONTEXTO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE Y LA ERRADICACIÓN DE LA POBREZA
56. Afirmamos que cada país dispone de diferentes enfoques, visiones, modelos e instrumentos, en función de sus circunstancias y prioridades nacionales, para lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones, que es nuestro objetivo general. A este respecto, consideramos que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza es uno de los instrumentos más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría ofrecer alternativas en cuanto a formulación de políticas, pero no debería consistir en un
conjunto de normas rígidas. Ponemos de relieve que la economía verde debería contribuir a la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico sostenido, aumentando la inclusión social, mejorando el bienestar humano y creando oportunidades de empleo y trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el funcionamiento saludable de los ecosistemas de la Tierra.
Esta definición final de economía verde ha requerido horas y más horas de discusión para ser finalmente aceptada por los países en desarrollo (el G77 + China). Como metodología y periodo táctico (que no estratégico) hacia un definitivo desarrollo sostenible me parece, finalmente, un paso muy significativo que, muy probablemente, irá implementándose dando lugar a muchas nuevas realidades en los próximos años. Que la economía verde que el norte industrializado, rico y poderoso del mundo quiere llevar a la práctica para hacer más ambientalmente sostenible su propia y tan insostenible huella ecológica, se extienda al sur del mundo -contribuyendo inseparablemente a la erradicación de la pobreza-, dependerá, principalmente, de que el norte asuma las responsabilidades históricas y presentes que ya hemos subrayado anteriormente y que se le vuelven a exigir.
Como en esta definición aparece el concepto tabú (en el sentido, en nuestra opinión, de que es el núcleo de todos los males insostenibles que padecemos) del crecimiento económico sostenido (que en el documento aparece -afortunadamente muy pocas veces ya- casi siempre con el siguiente y matizado lenguaje: «sostenido, inclusivo y equitativo crecimiento económico»), ello me permite y me obliga a comentar lo siguiente: la ortodoxia sostenible nos pide -lo he defendido y lo seguiré defendiendo insistentemente- defenestrar este concepto; pero lo cierto es que no tenemos todavía la alternativa paradigmática a esta realidad y, además y en cualquier caso , cuando la tengamos requerirá primero el decrecimiento de los que ya han crecido y mucho a lo largo de la historia y, aún, crecimientos no menores en los terrenos de las infraestructuras y los servicios básicos en los países en desarrollo.
Nunca hasta ahora, a mi modo de ver, un texto de NNUU había solucionado tan bien este desafío conceptual, pero bien real, tan arisco y que tanto se resiste a salir de nuestras cosmovisiones! Y ya puestos a destacar otro tema muy positivo y muy relacionado, en un artículo anterior, el 38,:
38. Reconocemos la necesidad de adoptar métodos más amplios de medir los avances, que complementen el producto interno bruto, con el fin de sustentar mejor las decisiones de políticas y, a este respecto, solicitamos a la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas que, en consulta con las entidades competentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones competentes, ponga en marcha un programa de trabajo en este ámbito basándose en las iniciativas existentes.
Se demanda ya por acuerdo escrito de las NNUU uno de los pasos imprescindibles para que el paradigma económico dominante pero obsoleto pueda ir siendo enterrado.
IV. MARCO INSTITUCIONAL PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE (MIDS-IFSD)
Uno de los apartados más importante del documento para una persona que, como yo, cree que ante las crisis globales tan importantes que tenemos planteadas es necesario, más que nunca, la construcción de una Gobernanza Democrática Mundial.
Y no sólo puedo decir que estoy de acuerdo a posteriori porque, en lo más importante, estructurará NNUU en la forma que yo mismo me atrevía a proponer en el “Other News – Roberto Savio” del 28-05-12”, antes de Río +20. (Ver: http://www.other-news.info/noticias/2012/05/una-gobernanza-democratica-mundial-para-un-desarrollo-humano-sostenible-a-pocos-dias-de-rio20/).
Tenemos dos apartados «chapeaux – paraguas» (en el argot de las NNUU) de contenido profundo, acertado y suficientemente “fortalecedor» de NNUU y de la necesidad de gobernanza democrática mundial:
Fortalecimiento de las tres dimensiones del desarrollo sostenible
75. Recalcamos la importancia de fortalecer el marco institucional para el desarrollo sostenible a fin de que responda de forma coherente y eficaz a los desafíos actuales y futuros y corrija eficientemente las deficiencias en la ejecución de la agenda de desarrollo sostenible. El marco institucional para el desarrollo sostenible debe integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de manera equilibrada y mejorar la aplicación de medidas, entre otras procedimientos, fortaleciendo la coherencia, coordinando las actividades, evitando la duplicación de esfuerzos y examinando los progresos realizados en la consecución del desarrollo sostenible. Reafirmamos también que el marco debería ser inclusivo, transparente y eficaz, y debe encontrar soluciones comunes para los problemas mundiales relacionados con el desarrollo sostenible.
B. Fortalecimiento de los mecanismos intergubernamentales de desarrollo sostenible
77. Reconocemos que para abordar mejor los problemas mundiales urgentes que obstaculizan el desarrollo sostenible tiene importancia vital disponer de un sistema multilateral eficaz, inclusivo, transparente, reformado y fortalecido, reconociendo la universalidad y el papel central de las Naciones Unidas y reafirmando nuestro compromiso de promover y fortalecer la eficacia y eficiencia del sistema de las Naciones Unidas.
Un articulo dedicado al ECOSOC que podría desencadenar su eternamente demandada e imprescindible reforma:
83. Nos comprometemos a fortalecer el Consejo Económico y Social, conforme al mandato que prescribe la Carta, como uno de los órganos principales encargados del seguimiento integrado y coordinado de los resultados de todas las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica, social y ambiental y esferas conexas, y reconocemos que puede contribuir decisivamente a integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de forma equilibrada. Aguardamos con interés el examen de la aplicación de la resolución 61/16 de la Asamblea General, de 20 de noviembre de 2006, relativa al fortalecimiento del Consejo Económico y Social.
Llegamos a los artículos más importantes (definitorios de su enclavamiento dentro de la institución y de sus atribuciones fundamentales) correspondientes a las dos futuras piezas clave del MIDS-IFSD, y que quedaron redactados de la siguiente forma:
Foro político de alto nivel
84. Decidimos establecer un foro político de alto nivel de carácter intergubernamental y universal que aproveche los puntos fuertes, las experiencias, los recursos y las modalidades de participación inclusiva de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, y que posteriormente reemplace a la Comisión. El foro político de alto nivel realizará el seguimiento de la aplicación de los planes de desarrollo sostenible y evitará la coincidencia de tareas entre las estructuras, los órganos y las entidades de una manera eficaz en función de los costos.
En este caso con un texto definitorio de los más difíciles y elaborados que se pueden encontrar en el documento y que, en la fase final, contó con la pluma del embajador mexicano Luis Alfonso de Alba, primer director del Consejo de Derechos Humanos al nivel del cual, y cruzamos los dedos para contribuir a ello, quiere apuntar claramente este nuevo órgano de las NNUU. En la medida que la sostenibilidad incluye también el pilar económico, podría ser incluso la manera de que la economía entrara, de una vez, por una puerta grande e importante en las NNUU!
C. El pilar ambiental en el contexto del desarrollo sostenible
87. Reafirmamos la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental internacional en el contexto del marco institucional para el desarrollo sostenible, a fin de promover la integración equilibrada de las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible, así como la coordinación en el sistema de las Naciones Unidas.
88. Nos comprometemos a fortalecer la función del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como principal autoridad ambiental mundial que establece la agenda ambiental mundial en pro del medio ambiente, promueve la aplicación coherente de los aspectos ambientales del desarrollo sostenible en el sistema de las Naciones Unidas y actúa como defensor autorizado del medio ambiente mundial. Reafirmamos la resolución 2997 (XXVII), de 15 de diciembre de 1972, en la que se estableció el PNUMA, y las demás resoluciones que refuerzan su mandato, así como la Declaración de Nairobi sobre elpapel y el mandato del PNUMA, de 7 de febrero de 1997, y la Declaración Ministerial de Malmö, de 31 de mayo de 2000. A este respecto, invitamos a la Asamblea General a que en su sexagésimo séptimo período de sesiones, apruebe una resolución que fortalezca el PNUMA y eleve su nivel de la siguiente manera: […]
Efectivamente no se ha transformado el PNUMA-UNEP en una nueva agencia especializada del sistema de NNUU como querían Europa i África. Una buena noticia para quien escribe. Composición universal de su máximo órgano de gobierno, mandato claro y fuerte, presupuesto que deberá crecer muy sustancialmente, etc., me parecen «suficientemente importantes y mucho mejor manera de empoderamiento» que continuando dando vida, incrementándolo, al obsoleto mundo de las agencias especializadas (en órbitas propias y aisladas) de las NNUU.
V. MARCO PARA LA ACCIÓN Y SEGUIMIENTO
Sin ni espacio ni tiempo como para entrar aquí en casi ningún detalle (nos lo impide la cantidad de temas abordados y la extensión y profundidad con que son tratados), estamos en este parte del documento final ante la agenda global para la acción más holística y acorde con los desafíos actuales de las NNUU; diría en este sentido que es ya –quizás la primera- una agenda pensada y escrita en y para el siglo XXI, lo cual constituye para mí otro de los aspectos que permiten dar una valoración global positiva al conjunto del documento.
Ordenados a mi manera (y entre paréntesis algunos comentarios míos sobre algunas significancias importantes, otra vez, naturalmente, desde mi punto de vista) se citan a continuación algunos (solo algunos) de los temas incluidos en esta agenda:
-Población y salud (los desafíos hacia los 9.000 millones)
-Alimentación (un apartado crucial y muy bien definido y contemplado)
-Agua y saneamiento
-Erradicación de la pobreza
-Trabajo y protección social universal para todos (escrito en mi país, ahora y hoy, suena revolucionario; e insertado en un documento hacia el desarrollo sostenible, lo hace el más equilibrado escrito nunca en NNUU desde el punto de vista de la sostenibilidad social)
-Energía (desincentivando los subsidios sobre políticas no renovables y no eficientes)
-Océanos y mares (con fechas para abordar y acordar determinados aspectos clave; inesperado)
-Ciudades y asentamientos humanos
-Cambio Climático (lenguaje fuerte pero sin entrar en el fondo del problema del bloqueo de las negociaciones dentro de la Convención Marco de las NNUU sobre el Cambio Climático)
-Biodiversidad
-Desertificación
-Residuos
-Producción y Consumo Sostenibles (“desbloqueando”, por adopción de la cumbre, el marco decenal de programas sobre el tema, que pasaba por restricciones políticas en el contexto actual).
-Equidad de género y empoderamiento de las mujeres
-[…]
que, además, se concretará en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS-SDG
Unos Objetivos de Desarrollo Sostenible que no se han definido explícitamente (como alguien pretendía) a toda prisa y para “salvar la cara de este alguien” durante la propia cumbre Río +20 y que, a partir de ahora y dentro del funcionamiento normal de las NNUU, se definirán participativamente, y conjuntamente con la revisión profunda de los ODMs, conformando lo que será la columna vertebral de las agenda post 2015 de las NNUU; la probablemente más importante de la que nos hayamos dotado nunca como humanidad entera (lo cual no es un mérito en si mismo, sino la respuesta imprescindible a una realidad que lo reclama a gritos). En este sentido, el documento dice, entre otra cosas, sobre estos nuevos objetivos de desarrollo sostenible:
246. Los objetivos deben guardar relación con las tres dimensiones del desarrollo sostenible y sus interrelaciones e incorporarlas de forma equilibrada, y deben ser coherentes con la agenda de las Naciones Unidas para el desarrollo con posterioridad a 2015, e integrarse en esta, lo cual contribuiría al logro del desarrollo sostenible e impulsaría la labor conexa y la integración del desarrollo sostenible en el sistema de las Naciones Unidas en su conjunto. La formulación de estos objetivos no debe desviar la atención ni los esfuerzos de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
4. Una agenda política global con plazos políticos temporales muy claros para ser puesta en marcha por la AG de las NNUU.
El problema no era definir el futuro que queremos (tal vez sería imposible que nos pusiéramos de acuerdo, a nivel de mundo, sobre el futuro que queremos, en este momento histórico multipolar, multinivel, multistakeholder y multidimensional), sino definir los instrumentos institucionales y políticos que deben permitir caminar hacia la conformación y construcción consensuada del camino y del andar, realmente, hacia un Desarrollo Humano Sostenible.
Pues veamos cómo lo hace el documento; quizá de la manera más seria que se haya hecho en mucho tiempo dentro de NNUU y que, en definitiva, pone a la Asamblea General de las NNUU (y a todos los stakeholders que quieran y puedan aproximarse a ella y a ello) a “trabajar como quizás nunca lo ha tenido que hacer” (los subrayados son míos):
La reforma del ECOSOC y el artículo 83
83. […] Aguardamos con interés el examen de la aplicación de la resolución 61/16 de la Asamblea General, de 20 de noviembre de 2006, relativa al fortalecimiento del Consejo Económico y Social.
b) El Foro Político de Alto Nivel y el artículo 86
86. Decidimos poner en marcha un proceso de negociación abierto, transparente e inclusivo en la Asamblea General con el objetivo de definir el formato y los aspectos organizativos del foro de alto nivel, con miras a convocar el primer foro de alto nivel al comienzo del sexagésimo octavo período de sesiones de la Asamblea. También tendremos en consideración la necesidad de promover la solidaridad intergeneracional en favor del desarrollo sostenible, teniendo en cuenta las necesidades de las generaciones futuras, e incluso invitando al Secretario General a que presente un informe sobre la cuestión.
c) El PNUMA-UNEP y el artículo 88
88. […] A este respecto, invitamos a la Asamblea General,a que en su sexagésimo séptimo período de sesiones, apruebe una resolución que fortalezca el PNUMA y eleve su nivel de la siguiente manera:
a) Estableciendo la composición universal del Consejo de Administración del PNUMA, así como otras medidas para reforzar su gobernanza, capacidad de respuesta y rendición de cuentas a los Estados Miembros;
b) Dotándolo de más recursos financieros, que sean seguros, estables y suficientes, con cargo al presupuesto ordinario de las Naciones Unidas y las contribuciones voluntarias, para que pueda cumplir su mandato;
c) Aumentando la influencia y la capacidad del PNUMA para cumplir su mandato de coordinación en el sistema de las Naciones Unidas fortaleciendo su participación en los principales órganos de coordinación de las Naciones Unidas y empoderándolo para dirigir la labor de formulación de estartegias del sistema de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente;
[…]
d) Los océanos y los mares y el artículo 162
162. Reconocemos la importancia de la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Observamos la labor que está realizando bajo los auspicios de la Asamblea General el Grupo de Trabajo Especial Oficioso de Composición Abierta encargado de estudiar las cuestiones relativas a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Basándose en la labor del Grupo de Trabajo Especial Oficioso de Composición Abierta, y antes de que finalice el sexagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General, nos comprometemos a abordar urgentemente el tema de la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional, en particular, a adoptar una decisión sobre la elaboración de un instrumento internacional en el marco de la Convención sobre el Derecho del Mar.
e) Producción y consumo sostenibles y el artículo 226
226. Adoptamos el marco decenal de programas sobre modalidades de consumo y producción sostenibles59 y resaltamos que los programas incluidos en el marco son voluntarios. Invitamos a la Asamblea General a que en su sexagésimo séptimo período de sesiones designe un órgano compuesto por representantes de Estados Miembros para que tome las medidas necesarias a fin de que el marco entre en pleno funcionamiento.
e) Los ODS y el artículo 248
248. Resolvemos establecer un proceso intergubernamental inclusivo y transparente sobre los objetivos de desarrollo sostenible que esté abierto a todas las partes interesadas con el fin de formular objetivos mundiales de desarrollo sostenible, que deberá acordar la Asamblea General. Se establecerá un grupo de trabajo de composición abierta, a más tardar al iniciarse el sexagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea, que estará compuesto por treinta representantes, designados por los Estados Miembros y procedentes de los cinco grupos regionales de las Naciones Unidas, con el objetivo de lograr una representación geográfica justa, equitativa y equilibrada. En primer lugar, el grupo de trabajo decidirá su método de trabajo, incluidas las modalidades para asegurar la plena participación de los interesados y expertos pertinentes de la sociedad civil, la comunidad científica y el sistema de las Naciones Unidas en su labor, a fin de que proporcionen diversas perspectivas y experiencias. El grupo de trabajo presentará a la Asamblea en su sexagésimo octavo período de sesiones un informe que incluirá una propuesta de objetivos de desarrollo sostenible para que esta los examine y adopte las medidas adecuadas.
f) Financiación y los artículos 255 y 256
255. Convenimos en establecer un proceso intergubernamental bajo los auspicios de la Asamblea General, con el apoyo técnico del sistema de las Naciones Unidas y en consulta amplia y abierta con las instituciones financieras internacionales y regionales competentes y demás partes interesadas. El proceso evaluará las necesidades de financiación, examinará la eficacia, la coherencia y las sinergias de los instrumentos y marcos existentes y valorará las iniciativas adicionales, con miras a preparar un informe en que se propongan opciones sobre una estrategia efectiva de financiación para el desarrollo sostenible a fin de facilitar la movilización de recursos y su aprovechamiento efectivo en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
256. Llevará a cabo este proceso un comité intergubernamental que integrarán treinta expertos designados por los grupos regionales, con una representación geográfica equitativa, y cuya labor concluirá en 2014.
5. Comentarios finales
5.1 Sobre esta valoración
Durante la Cumbre propiamente dicha (con el documento cerrado y aprobado el martes 19 de junio hacia las 13h!) las declaraciones contradictorias y los debates sobre si fracaso si o fracaso no se fueron sucediendo! Incluso el SG de la ONU, tal como he empezado comentando, se contradijo.
Pues bien, citándolo otra vez en el mismo artículo, ya referido, del NYT del 23 de mayo pasado:
Afortunadamente, tenemos una segunda oportunidad para actuar. En menos de un mes, los líderes mundiales volverán de nuevo a Rio […] donde podrán dibujar un nuevo camino hacia un futuro en el que se equilibren las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible hacia la prosperidad y el bienestar humano.
y yo me atrevo a decir que el texto aprobado, en sí mismo, no es propiamente la segunda oportunidad a la que se refería el SG, pero si que puede ser perfectamente el comienzo, menos espectacular, de este nuevo camino, de este nuevo rumbo, hacia el Desarrollo Humano Sostenible !
5.2 Sobre el estado actual de la cuestión
Tal como he intentado destacar en el apartado 3 de este texto, una de las características significativas del documento final de Rio+20 es que fija numerosos trabajos políticos a realizar en el seno de las NNUU y, además, les pone plazos temporales.
Pues bien, a día de hoy (primeros de octubre del 2012) NNUU aún no ha podido reaccionar a todo ello. La apertura de la 67 sesión de la Asamblea General, la acumulación de conflictos de distinta índole, la complementariedad con algunos procesos ya empezados en NNUU antes de Rio+20 (en concreto el de “Más allá del 2015” en relación a los ODMs), etc., es de suponer que han impedido, de momento, una digestión profunda de Rio+20 por parte del secretariado de las NNUU, necesaria para poner en marcha con buen pie y velocidad adecuada el posible viraje en el rumbo tan equivocado que estamos siguiendo. Lo esperamos ansiosos pero, por una vez, con una cierta ilusión política.
4 de octubre de 2012

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