Objetivos del milenio

A pesar de sus carencias, los ODM marcan un hito especialmente relevante en la historia de la colaboración internacional, y suponen un importante avance respecto a programas anteriores por diversos motivos:

  •  No se limitan a enunciados genéricos, sino que fijan objetivos concretos (8), concretados en metas cuantificables (18), supervisados mediante indicadores (48). Para una información detallada puede verse: ww.undp.org.
  •  Hay un horizonte temporal fijado, que es el año 2015.
  •  No se limitan al desarrollo económico, sino que tienen un enfoque de desarrollo humano, y por eso se fijan metas concernientes a salud, educación, no discriminación, cuidado ambiental y erradicación de la pobreza.
  • Es posible realizar un seguimiento actualizado del estado de la situación y los avances conseguidos, valorar si son suficientes y proponer las medidas necesarias para alcanzar los objetivos. En este sentido son interesantes los siguientes enlaces:

ww.undp.org

 www.mdgmonitor.org

 web.worldbank.org

 devdata.worldbank.org

Estamos en 2008, ha transcurrido la mitad del plazo, falta la segunda parte. Hemos vivido un periodo de crecimiento económico general y sin embargo corren peligro objetivos importantes en zonas concretas. En 2007 la situación económica general empeora bruscamente: el sistema crediticio mundial entra en crisis, el precio del petróleo escala de forma continuada, y se produce un importante aumento en el precio de los alimentos básicos. Los efectos son muy graves en las economías débiles, y devastadores para las personas con menos recursos. En el otro extremo, los países ricos tienden a olvidarse de la cooperación internacional cuando han de resolver problemas propios. Efectivamente, en 2007 se constató una disminución de la ayuda y un incumplimiento de los compromisos.
Estas circunstancias no invitan al optimismo: si en época de bonanza no hemos sido capaces de cumplir adecuadamente ¿se podrá conseguir en un escenario de crisis económica?
Por otra parte, sorprende la poca repercusión que tienen los ODM en los medios de comunicación. Si su consecución, para el año 2015, puede suponer uno de los mayores logros de la humanidad ¿por qué despierta tan poco su atención? Nos podemos preguntar si no hay un seguimiento especial porque no interesa al público, o a la inversa, si no es un tema de interés público porque es escasamente difundido y, por tanto, poco conocido. Si con un suceso como la desaparición de un niño, los medios de comunicación, con la televisión a la cabeza, interesan a la opinión pública mundial y provocan una movilización popular ¿por qué no son capaces de realizar un seguimiento serio de estos objetivos que pueden significar la vida o la muerte, el bienestar o la desgracia de millones de personas? ¿Cómo es posible que sean capaces de crear tensión emocional sobre resultados deportivos y anestesiar la sensibilidad sobre resultados humanos?
Es preciso destacar la importancia que tiene el conocimiento público, general, de estas iniciativas, tanto por lo que cada cual pueda hacer, como por la presión civil que se ha de ejercer sobre gobiernos, administraciones, organismos y empresas, en definitiva, sobre centros de poder político y económico. La sociedad puede y debe ir más allá del ejercicio democrático del voto, debe cuestionar y condicionar las decisiones y acciones de gobiernos y empresas. El progreso en las comunicaciones ha servido para extender y aumentar el poder de los centros de decisión; pero también ha servido para facilitar nuevos recursos a la sociedad civil, dotándola de un contrapoder que es necesario ejercer.
 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *