59%:¿triunfo o derrota? Una interpretación de los resultados del referéndum constitucional boliviano

Para analizar los resultados del domingo 25 de enero, es bueno adoptar distintos ángulos. Una cosa es ver los resultados generales, otra cosa es poner la lupa en cada sitio del mapa, otra cosa es pensar en la implementación de las reformas, etc. Partiré de los resultados oficiales de la Corte Nacional Electoral (CNE) de tres eventos electorales: las Elecciones Generales 2005, la elección de la Asamblea Constituyente 2006 y el Referéndum Revocatorio 2008. Los resultados del 25 de enero los tomo de la publicación del lunes 26 de La Razón preparados por la empresa Ipsos Apoyo Opinión y Mercado.
Si comparamos los resultados en circunscripción departamental de estos cuatro eventos el resultado es el siguiente:
En Chuquisaca el MAS alcanzó una votación del 54,4% en la elección de asambleístas y actualmente se encuentra cercano al 50%, es decir, con una caída de menos de 5 puntos porcentuales en tres años. Sin embargo, la población urbana, de alrededor del 65,5%, marca un departamento claramente volcado hacia la oposición.
1
En Tarija el MAS alcanzó un máximo de 49,83% y actualmente se encuentra en 34,8%, es decir, con una fuerte caída del apoyo de 15 puntos porcentuales.
2
En el caso de Cochabamba el MAS alcanzó un máximo de 70,7% y actualmente se encuentra en 61%, es decir que cayó aproximadamente 10 puntos porcentuales menos.
3
 
En promedio, el MAS ha bajado 10 puntos porcentuales en los departamentos de los valles.
En resumen, es significativa la baja del apoyo al MAS en Tarija donde la Prefectura ha tenido eficiencia de gestión, pero en Cochabamba ha bajado mucho aun controlando al Prefecto, al Alcalde y a los dirigentes sociales. Podría suponerse que el asunto no se trata sólo y exclusivamente de “oligarcas” y autonomistas, sino de descontento con la gestión.
En los departamentos de occidente la situación es la siguiente:
En Oruro el MAS alcanzó un 82,99% en el 2008 y actualmente se encuentra en 68,2%, es decir con una significativa baja de 15 puntos porcentuales.
4
 
En Potosí el MAS alcanzó un máximo de 84,87%, es decir, la votación más alta a nivel departamental, y actualmente se encuentra en un 76,3%, es decir, con una baja de aproximadamente 9 puntos porcentuales.
5
 
En La Paz, el MAS alcanzó un 83,27% y actualmente se encuentra en 74%, es decir con una baja de 9 puntos porcentuales.
6
 
En resumen, en los tres departamentos donde el MAS cuenta con mayor apoyo, éste ha caído en promedio en 11 puntos porcentuales en cada departamento, sin líderes o caudillos de oposición, sin prefectos de oposición, sin ninguna otra razón que no sea el propio desgaste, y encima, con múltiples irregularidades denunciadas el día del sufragio que no fueron atendidas por el organismo electoral, lo que deja en duda especialmente los resultados de occidente.
En los departamentos del oriente del país la situación es la siguiente:
En Santa Cruz el MAS alcanzó una votación máxima de 40,75% en el 2008 y actualmente se encuentra en 36%, con una baja de 5 puntos porcentuales.
7
 
En el Beni, donde el MAS tenía la votación más baja en las elecciones de 2005, alcanzó un 43,7% y actualmente se encuentra en aproximadamente 37%, es decir casi 7 puntos porcentuales menos.
8
 
En Pando el MAS alcanzó el 52,5% de los votos el 2008 y, actualmente, no llega al 40%, es decir con una caída de 12 puntos porcentuales.
9
 
En promedio, el MAS ha bajado 8 puntos porcentuales en los departamentos del oriente.
Sacando conclusiones, el MAS bajó más en los departamentos de occidente y de los valles, y menos en los departamentos de la oposición autonomista. Eso tiene un significado importante, porque esa baja no puede ser producto de las virtudes de la oposición sino de los defectos, errores y hasta delitos –en “proceso” de investigación– del oficialismo. Debo completar el análisis con un aspecto más cualitativo.
1) Los resultados del 25 de enero tienen al menos una duda razonable en los departamentos de occidente y en Cochabamba, gracias a la CNE, primero por la famosa tinta indeleble que se retiraba sólo con agua y sin esfuerzo, y segundo por el camión con papeletas marcadas que se denunció en Cochabamba. En ambos casos, responsabilidad de la CNE, y lo único que Exeni dijo a los periodistas fue que dejen de especular con rumores, al parecer si el río suena… Al fin que Exeni y su tinta mancharon el resultado del MAS.
2) El voto comunitario puede tener varios orígenes: decisión de Asamblea Comunal; temor a sanción por amenazas –a perder tierras, proyectos, favores–; o pobreza, ya que se supo que en algunas zonas se ofrecieron jugosos montos que variaban de acuerdo al porcentaje al sí que se obtenga en la comunidad, pueda ser que los 5 millones que se dice repartieron hayan sido dirigidos a este fin. De cualquier modo, sólo en el primero de los casos es por adscripción ideológica o decisión democrática, y en los otros dos casos es coacción; por tanto, es absolutamente irregular. Claro, los “observadores” son portadores de tal paternalismo que creen que si unos obligan a otros y los amenazan sólo es parte de los “usos y costumbres” de los exóticos indígenas bolivianos.
3) La votación no apelaba al evismo sino a la aprobación de un texto constitucional, y pueda ser que en una cultura política tan emotivo-afectiva como la nuestra eso no sea tan importante como darle el apoyo al caudillo.
Siempre quedará la duda de si el 58,7 es 52, 53, 49 o quién sabe; quedará la duda de cómo votarían en provincias si no hubiera prebenda o amenaza. Lo que queda claro es que el MAS ha bajado, pero no ha bajado nada si pensamos en el 53,74% con el que ganó.
Ahora recién viene el reto, porque aunque sigan en campaña para diciembre, la inflación de expectativas es monumental y la gente espera la refundación y el país de las maravillas que decían implicaba la nueva CPE. La población exigirá resultados de gestión no discursos, y en eso al gobierno no le ha ido muy bien.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *